Manejo de especies invasoras

Las plagas comunes constituyen una amenaza persistente para la producción rentable de forraje y ganado, que a menudo afecta la seguridad alimentaria y la biodiversidad.

De acuerdo con información del Departamento de Agricultura (Department of Agriculture) de Estados Unidos, el manejo de plagas puede definirse como la práctica de “utilizar estrategias encaminadas a la prevención, evitación, monitoreo y supresión en armonía con el medio ambiente para controlar la proliferación de maleza, insectos, enfermedades, animales y otros organismos (por ejemplo, especies invasoras y no invasoras) que directa o indirectamente dañan o perturban” el funcionamiento saludable de los ecosistemas y operaciones relacionadas.

Así, en el contexto de la producción pecuaria y la conservación de pastizales, el manejo de especies invasoras se centra en la adopción de medidas preventivas orientadas a reducir la dependencia de plaguicidas y al mismo tiempo minimizar el impacto negativo de plagas y especies invasoras en los recursos ambientales y económicos. El principio rector de estas estrategias de manejo estriba en crear las condiciones óptimas para la producción de forraje y ganado y menos favorables para la aparición de especies invasoras y plagas.